Esto me recuerda mucho al discurso de que se casen pero que no lo llamen matrimonio o que en su cama hagan lo que quieran pero que no se manifiesten el día del Orgullo. Superstar habla de mí a través de la comedia.

De mi vida, de mi adolescencia. De cómo llegué a Barcelona. Y de cómo, de alguna manera, la vida tiene formas extrañas de concederte lo que deseas. Porque la vida que tengo ahora como cómico o como actor se parece mucho a lo que yo soñaba cuando estaba en un pueblo de Murcia. Aunque no es exactamente lo que yo quería. Es como una versión alternativa de mi felicidad.

Me gusta contarlo así. Porque es lo que sueña mi alter ego. Y Gabriel Córdoba tiene ese toque de querer ser una gran diva de los escenarios.

Aunque, al final, lo que acabo haciendo es stand-up puro americano. No lo sé, sinceramente. Yo siempre digo que las cosas buenas que me han pasado en la vida, me han elegido a mí. Yo hacía monólogos cómicos teatrales y me presenté a un concurso porque conocía a la camarera del bar que lo organizaba. Y lo gané. Entonces, un representante del jurado me ofreció una actuación y me pagaron por una sola noche lo que yo tardaba en ganar en teatro tres meses.

Así que me pareció que podía alternar el teatro con el stand-up para costearme los cursos de interpretación y las obras que quería montar. Y después me enamoré completamente de la disciplina del stand-up. Actuar en un teatro me da la oportunidad de hacer cosas que no puedo hacer en bares.

Tu academia de monólogos, Stand-up Academy Barcelona , lleva varios años formando a cómicos contigo como profesor. Son la generación mejor preparada. Yo llevo once años dando clase. Los alumnos de hoy me hablan de Dave Chappelle o Joan Rivers.

Gay a la pileta por Córdoba

Lo mismo pasa con el humor. No, he cambiado yo.

No hay chistes ofensivos, hay gente que se ofende. Solo en las redes sociales de las que se hacen eco algunos medios de comunicación.

Pero no en mi realidad. No en la comedia que yo voy a ver. El stand-up no nació para ser políticamente correcto. Nació para justo lo contrario.

Es un arma transformadora de la sociedad. Su infancia transcurrió en su ciudad natal, y a los 16 años junto a unos amigos fundó el primer club de ciencias del país, al que denominaron "Centro de Iniciación Científica". Se diplomó en Ciencias de la Educación por la Universidad de Ginebra. Fue también creador de la Fundación Aquiles Gay Funag.

Su mirada se ha centrado en la tecnología y la sociedad con un enfoque cultural, no puramente técnico, sino social y humanístico. De Wikipedia, la enciclopedia libre. Consultado el 22 de junio de Archivado desde el original el 13 de agosto de Archivado desde el original el 1 de octubre de Consultado el 23 de junio de Control de autoridades Proyectos Wikimedia Datos: Q